Una de las inquietudes que muestra el profesorado de Educación Física, es ver cómo rentabilizar el tiempo en horario escolar. Las escasas dos horas lectivas a la semana junto con el sedentarismo reinante en la adolescencia, hacen difícil cualquier propuesta educativa eficaz. No olvidemos que el objetivo fundamental no es sólo ampliar el bagaje motriz, sino también incluir unos hábitos deportivos y saludables que perduren en el alumnado a lo largo de su vida. Además, dotarles de unas actitudes que les hagan ser personas críticas hacia la actividad física.
El tiempo destinado al recreo, en el cual se dan todo tipo de relaciones personales con alto valor educativo, nos brinda un complemento ideal hacia el aumento de la práctica deportiva, reglada, educativa y dirigida, base de nuestro proyecto educativo.
En nuestro centro se quieren aprovechar los 30 minutos de recreo para hacer actividades dirigidas o semidirigidas que tienen como fin, desarrollar un recreo que permita al niño o niña realizar actividad física, intentando satisfacer sus necesidades de aprendizaje motor y desarrollo psico-somático, y promoviendo un estilo de vida saludable.
Según Seirul-lo lo educativo del deporte no es el aprendizaje de sus técnicas y tácticas, sino de las condiciones en las que se practican los mismos.